viernes, 23 de marzo de 2012

Aquí está, ésta es

En los setenta me metía en todo lado que pudiera para conocer que había de nuevo.
Es así que tomaba contacto con gente diversa.
Y de las cosas nuevas que pude tener a mano, sucedió que aquella tarde de 1973 escuché por primera vez el increíble "The dark side of the moon".
Hay que ubicarse en la época y esto lo aseguro, era realmente deslumbrante.
Algunos amigos iban a ir de aquí para allá para entonces con el LP de vinilo debajo del brazo, recreando en sus cabezas ese clima único que el disco sugiere. Y que para mi llega a su instancia trascendente en el tema "Time", mi favorito. Que desemboca en esa melancolía cósmica, esa síntesis de todos los sentimientos aunados que nos dan con esta realidad y con la que podría ser... "The great gig in the sky"


En éste sitio, podemos leer, lo que Alan Parson -para entonces, sonidista de los Floyd- relataba acerca de como llegó aquella inolvidable voz a la famosa canción:

-“Yo había trabajado en una sesión anterior con Clare y sugerí que la probáramos en ese tema. Pienso que uno tiene que darle crédito a Clare: a ella simplemente se le dijo que fuera e hiciera lo suyo, así que efectivamente compuso lo que hizo. Ella comenzó a gritar sobre una linda secuencia de acordes, no había ninguna guía melódica, fuera de “un poco más gritado aquí”, o “ más sombrío allí”. La voz fue hecha en una sesión de tres horas, rapidísimo, y luego fueron compiladas un par de tracks para la versión final”.
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Y luego, el testimonio de Clare Torry:
-“Yo era una compositora del staff de EMI, recién salida de la escuela, que había empezado a hacer algunas sesiones vocales. Recibí una llamada telefónica para ir y hacer una sesión para Pink Floyd. No significaba nada para mí en ese momento, pero acepté y fue arreglado: 7 a 10 pm. Domingo 21 de enero, Studio 3. Cuando llegué ellos me explicaron el concepto del álbum y me pasaron la secuencia de acordes de Rick Wright, dijeron, “queremos un poco de canto sobre ella”, pero no sabían lo que querían, así que sugerí meternos en el estudio y probar algunas cosas. Empecé usando palabras, pero ellos dijeron. “oh, no, no queremos palabras”. Así que en la única cosa en la que pude pensar fue hacerme a mí misma sonar como un instrumento, una guitarra o lo que fuera, y no pensar en una vocalista. Lo hice y ellos lo amaron. Hice tres o cuatro tomas muy rápidamente, fue totalmente dejado a mi criterio, y luego dijeron, “thank you, very much”. De hecho, fuera de David Gilmour, yo tuve la impresión de que ellos estaban infinitamente aburridos con toda la cosa, y cuando me fui recuerdo haber pensado para mí misma, “esto sí que nunca verá la luz del día”. Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, hubiera hecho algo para organizar el copyright o los derechos editoriales. Sería una mujer rica ahora. El salario de sesión en 1973 era 15 libras, pero como era domingo yo les cargué una tarifa doble de 30 libras... que invertí sabiamente, por supuesto”.
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En 2004 Clare Torry le inició juicio a Pink Floyd, reclamando su co-autoría en la canción. Finalmente, en 2005 se llegó a un acuerdo judicial a favor de Torry que incluyó una compensación económica y el derecho a incluir su nombre como co-autora del tema. Así, la reedición de 2006 de PULSE en DVD muestra el crédito “Wright/composición vocal de Clare Torry” en el segmento de “The Great Gig in the Sky”

Como nuca idealicé a los músicos, en nada me asombro de sus miserias. Que las tienen como cualquiera de los mortales. Como también sus cosas altruistas.
Siempre dividí su arte de su condición. La canción la deja el músico en el aire y ahí queda para disfrute de todos. Su vida personal es esa cosa que cada uno debe arreglar con su conciencia.

Esta es la historia de como una situación común y prosaica deriva en algo sublime.
En nuestra alma queda el vuelo de lo que trasciende. Y ahí lo llevamos.
Lo demás es para las crónicas de la miseria humana.

Ah; el artículo del enlace se llama:
-"Clare Torry, la rubia más negra".
Y si, con mis amigos estábamos seguro en aquella época que era esa la voz de una negra, como las de aquellas tremendas cantantes de gospel, soul y rhythm and blues.

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6 comentarios:

  1. Qué buena info, Daniel!
    Yo también siempre pensé que había sido una cantante negra.
    Gracias!

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  2. Estoy muy impresionado. Y opino que el que le cagó la guita a la piba es el chanta de Waters. No puedo creer que Gilmour sea tan canuto.

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  3. También lo pensé por ahí Don Chango. El caso es que el tipo estuvo tocando a unas cuadras de donde vivo y tuve ganas de ir a tirarle algún tomatazo.

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  4. UN homenaje a este discazo... a 40! años de su lanzamiento!

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  5. Tremendo disco. La primera vez que lo escuché (hay que situarse en la época), no lo podía creer.

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